A menudo desde esta cama,
el cielo cabe en esa ventana,
tan chiquita y desprolija,
donde un montón de palabras,
conviven con mil estrellas,
que esperan la madrugada.
A menudo corro el riesgo,
de caminar por las mañanas,
de llevarme por delante el viento,
en mi bicicleta dorada,
como un valiente centauro,
en busca de su bien amada.
A menudo el día despues de hoy,
precede al día que quizá no llegue,
y la historia que no contaron,
se llena de sombras indiferentes,
y la historia que nos contaron,
late en la sangre de los herejes.
A menudo los pasos cubren el camino,
cuando el camino va a ningún lugar,
y en un horizonte pintado de rojo,
cubierto de playas sin mar,
el efímero ahora, en su futuro,
hace del tiempo su espacio letal.
A menudo desde esta cama,
el cielo cabe en esa ventana,
donde mueren las preguntas,
que siempre se le hacen al alma,
y que sólo por esta noche,
serán como un grito en la calma.
muy grosso, pibe. me encantó
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