lunes, 21 de marzo de 2022

FUGAZ

Difícilmente amarte se torne un recuerdo,
o un paseo fugaz por las calles del olvido,
seguirán pasando lunas lejos de mi ventana,
del idilio prematuro de los puentes que cruzo,
y seguirá el absurdo consuelo de esperarte,
una vez más en el despertar de mi almohada.


Seguramente el próximo desencuentro,
llegará de la mano inocente del otoño,
mientras las golondrinas buscan veranos,
y se van rompiendo calladas las promesas,
como se rompen algunos crédulos corazones,
al azar amargo de los descuidos provocados.


Vagaré solo, por darte lo que no supe darme,
los albores de un amor sin condiciones,
que apenas por amar se alejó del sendero,
de llegar un poco más allá de tu piel,
perdiéndome en el universo de tu sonrisa,
cuando no fue por mí por quién sonreías.

miércoles, 16 de marzo de 2022

ESPEJISMOS

Anhelo...
una palabra que valga como palabra,
la que no se rompe ni se corrompe,
cuando al prepotente silencio, enfrente;
ausentarme de mi deseo de amarte,
cuando despierto en medio de un parque,
sin saber como llegué hasta él,
ni como me encontró la cerrada noche,
con el reflejo sereno de tu sonrisa.
Anhelo una canción de cuna,
que pueda cantarla en tu ombligo,
cuando no pueda dejar de extrañarte,
mientras claman por mí las soledades.
Anhelo poner a prueba mi rebeldía,
cuando me asome a los desencantos,
plantar un rosal en el cemento,
para verlo florecer el próximo invierno,
poder desnudarte en mis dibujos,
y hacerte el amor antes de la cena.
Anhelo cambiar el último abrazo,
por un beso que pueda vencer al tiempo,
el que me dejó bailando solo,
mientras mis estrellas se marchitaban.

domingo, 13 de marzo de 2022

MORRIÑA

De cuando tus días fueron mis días,
de tu primavera sobre mi pecho,
acariciando atardeceres,
como quién va mimando a la vida,
escribiendo sin prisa,
simples estrofas de una historia.


Sinceramente, llevo en mí tu sonrisa,
doquiera que una sonrisa encuentre,
a pesar de lo insesible de los tiempos,
dejando mis pensamientos dormidos,
con el corazón malherido,
por una tarde que cerró sus puertas.


Acurrucado en mi memoria terca,
que insiste en nunca jamás olvidarte,
vuelvo noche tras noche a nombrarte,
a buscar las huellas de tus pies prolijos,
en un desolado camino,
que nunca se cruzó con tus pasos.


Incauto en el arte del casi amor,
que vuelve envuelto en nostalgia,
a los andenes polvorientos del alma,
sobre el tren de carga de los fracasos,
de un idilio prestado,
que no pudo partir de su estación.


Y mi sombra buscará en tus otoños,
quizá esa canción que no tuvimos,
o robarte sin piedad un beso,
cuando ya ni recuerdes quién soy,
y se rindan del calor,
de todos los besos que no fueron.