lunes, 1 de abril de 2019

TANTO Y TAN POCO


Esta es la historia reciente,
con aroma a desencuentro,

una cama desolada,

con sábanas color indiferencia,

contra un costado del cuarto,

olvidado de un hotel.

Las paredes mal pintadas,

de un ordinario ocre

un plagiado Cezanne,

como parte del paisaje,

y un ventilador de techo,

en interminable marcha lenta.

Ella hubiese preferido un bar,

para disimular los desencantos,

él, supuso que desnudos,

ahuyentaría los fantasmas de mañana,

ella cedió sabiendo,

que ya no había decisión que tomar.

Sólo dos cuerpos sin palabras,

mirando apenas hacia el pasado,

la respiración amarga,

las cortinas pendiendo del hastío,

y dos horas de tiempo dormido,

que parecía nunca despertar.

Ella se marchó primero,

en viaje a una nueva etapa de su vida,

sin pegar siquiera un portazo,

como si no hubiera ido a despedirse,

él, llenó su mochila de recuerdos,

y esperó cabizbajo un taxi,

que lo llevara cerca del primer día,

que alguna vez lo cruzó con ella.

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