Esta es la historia reciente,
con aroma a desencuentro,
una cama desolada,
con sábanas color indiferencia,
contra un costado del cuarto,
olvidado de un hotel.
Las paredes mal pintadas,
de un ordinario ocre
un plagiado Cezanne,
como parte del paisaje,
y un ventilador de techo,
en interminable marcha lenta.
Ella hubiese preferido un bar,
para disimular los desencantos,
él, supuso que desnudos,
ahuyentaría los fantasmas de
mañana,
ella cedió sabiendo,
que ya no había decisión que
tomar.
Sólo dos cuerpos sin palabras,
mirando apenas hacia el pasado,
la respiración amarga,
las cortinas pendiendo del
hastío,
y dos horas de tiempo dormido,
que parecía nunca despertar.
Ella se marchó primero,
en viaje a una nueva etapa de su
vida,
sin pegar siquiera un portazo,
como si no hubiera ido a
despedirse,
él, llenó su mochila de
recuerdos,
y esperó cabizbajo un taxi,
que lo llevara cerca del primer
día,
que alguna vez lo cruzó con
ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario