En medio de tanto líder barrigón,
en un mundo lleno de barrigas vacía,
nada tiene sentido,
en la inocencia de los sentidos,
y podría alzar banderas,
o preparar una grandísima cena,
para todos esos Judas de oficio,
esperando sin que nadie los vea,
la porción más corrupta,
y ni aún así entendería,
como a si mismo se traiciona,
el hombre contra sus principios.
Y está tan claro,
nada llevaremos a la tumba,
la conciencia se pierde,
los valores se desangran,
y la fe es el paradigma,
que se apropia de almas cansadas,
cansadas de creer,
que algo cambiaría algún día.
Alentador será el momento,
en que podamos ver los castigos,
o los premios correspondientes,
a quienes lo hayan merecido,
y que aquellos barrigones sean,
el alimento de las barrigas vacías.
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