Si hubiera sabido,
que la vida era tan corta,
tal vez hubiese abierto,
las ventanas más temprano,
si no hubiera perdido tiempo,
en perseguir el tiempo,
hoy sus bolsillos,
estarían llenos de minutos.
Rosendo, Rosendo,
en la suerte del ser o no ser,
te tocó la carta marcada,
del lado oculto del universo.
Por respetar al amor,
no tuvo revancha en el juego,
tampoco tuvo lunas llenas,
ni copas iluminadas por velas,
así fue que el único pecado,
con el que se pudo relacionar,
fue, sin ir más lejos,
que el propio pecado original.
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