He perdido mil batallas,
contra mis miedos frecuentes,
contra amores desprolijos,
contra la noche que me parió.
He levantado banderas,
que carecían de alma,
creyendo en revoluciones,
que sólo empuñaban mentiras.
Soy como un río que suena,
anunciando su crecida,
pero en el momento preciso,
de exponer mi poderío,
cambio mi puto rumbo,
y me vuelvo manso y tranquilo.
Tantas conteadicciones,
tantas puertas sin abrir,
y en el esplendor del amanecer,
puedo nacer de nuevo,
y en una total inconciencia,
se que doy un paso más,
para reencontrar el camino,
que la vida dibujó para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario