jueves, 5 de julio de 2018

De donde vengo...

De donde vengo,
el cielo siempre está por llegar,
el camino te persigue,
y el reloj del ayuntamiento,
está abrazado permanentemente,
a la hora de la siesta;
los niños juegan descalzos,
en las calles embarradas,
los hombres andan de puntillas,
para no despertar al sol,
y las mujeres hacen revoluciones,
desnudas por la plaza mayor.
De donde vengo,
cada uno a su manera,
hablan su propio idioma,
cada quien sobre los tejados,
le rezan a distinto dios,
y diezman con sus lamentos.
de donde vengo,
los jueces andan de negro,
por los sindicatos,
pidiendo sin vergüenza, limosna,
y los sicarios junto con sus armas,
llevan botiquín de primeros auxilios,
por si alguno de sus muertos,
no eran blanco indicado.
A donde voy,
no se, quizá no tan lejos,
sólo unos pasos sendero arriba,
que me lleve al corazón de algunos,
de los que caminan sin miedo,
en medio de las jaurías en celo,
de los que aman con locura,
sin perder la vertical,
de los que te miran a los ojos,
y dicen: hoy será un gran día.


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