De lo que soy, de lo que he sido,
de lo que son, de lo que han sido,
del rincón dónde se juntan,
los amores que he tenido.
De mis ojos que siguen ciegos,
de mi boca que sigue muda,
de mi piel que poco a poco,
va dejando de ser,
el papel de lujo que me envolvía,
para desteñirse en un armario.
De las disculpas que he pedido,
por cosas que nunca hice,
de los besos que he robado,
a mujeres que nunca quise.
La historia se repite en las historias,
y se transforma en leyenda urbana,
de personas que como yo,
van por la vida sin tener nombre,
luciendo en mi pecho,
una nostalgia interminable,
que se detendrá un momento,
cuando en una calle cualquiera,
a la hora de los olvidos,
otra historia se cruzará conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario