Complaciente en
mis desvelos,
en mi hipotético
futuro,
por concebir otros
mundo,
puentes voy
construyendo,
mas entonces del
concreto,
escucho voces en
los muros,
y en mi desvelar
vislumbro,
lo que pueden ver
los ciegos.
Luego de la noche
esbelta,
lágrimas de luna
bebo,
me contagio de un
bolero,
en un viejo sentir
de estrellas,
Cual una incesante
queja,
en el pugnar de un
guerrero,
librando su amor
eterno,
con furia de su
nobleza.
Olvidé los
estribillos,
no sé para que
servían,
y en mi afán por
una rima,
vacío de musas mi
río,
concilio con el
destino,
en algo que no
sabía,
un misterio, una
partida,
y mi comiezo
imagino.
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